
Solo nueve hospitales privados de México integran el Ranking de los Mejores Hospitales y Clínicas de América Latina 2025, sin participación alguna de instituciones públicas, las cuales no se someten a procesos de evaluación desde 2011. El contraste evidencia una brecha persistente en los sistemas de medición en salud, en medio de una crisis de recursos generalizada en la región.
La consultora IntelLat, en su evaluación mas reciente, calificó a 80 hospitales de 10 países latinoamericanos. Brasil encabezó la lista con 30 instituciones, seguido por Colombia con 26. México fue representado únicamente por entidades privadas, entre ellas el Centro Médico ABC (8°), Hospital Zambrano Hellion-Tec Salud (16°) y Christus Muguerza Hospital Alta Especialidad (18°), todos con sedes en Nuevo León y Ciudad de México.
De acuerdo con información compartida a NotiPress, el análisis incluyó nueve dimensiones de calidad, entre ellas seguridad del paciente, productividad, egresos hospitalarios y eficiencia. México también estuvo representado por Hospital Infantil Teletón de Oncología (38°), Hospital Galenia (40°), Doctors Hospital AUNA (43°), Clínica Nova (55°), OCA Hospital AUNA (73°) y Doctors Hospital East AUNA (79°), todos estos últimos localizados en Monterrey.
Este informe se publica desde hace 17 años de manera consecutiva y está abierto a la participación de instituciones públicas y privadas. Sin embargo, ninguna dependencia del sector estatal en México ha sido incorporada, ni existe evidencia de intentos recientes por integrarse al proceso.
Además, la última evaluación a hospitales públicos del país fue conducida por la entonces Subsecretaría de Integración y Desarrollo del Sector, a través del Observatorio de Desempeño Hospitalario 2011. En ese ejercicio participaron 584 instituciones, examinando rubros como recursos físicos, disponibilidad de camas censables, dotación de especialistas, equipos de alta especialidad, egresos por patologías comunes y cobertura de urgencias.
Ese estudio identificó insuficiencia en tomógrafos y resonancias magnéticas, además de desequilibrios en la distribución del personal médico. En atención a adultos mayores, los diagnósticos más frecuentes incluían diabetes con insuficiencia renal, enfermedades cardiovasculares, fracturas y cataratas.
Durante 2022, el Consejo de Salubridad General suspendió temporalmente su programa de evaluación y certificación, con el fin de actualizar el Modelo Único de Evaluación de la Calidad (MUEC). Pese a la convocatoria abierta para su aplicación, el modelo aún no se encuentra implementado de forma operativa.
En 2024, un taller promovido por la Dirección General de Calidad y Educación en Salud y el propio Consejo, informó la recepción de 298 solicitudes para integrarse al nuevo esquema. De estas, 62% provenían del sector público, aunque solo 1% de dichas instituciones contaba con experiencia previa en procesos de certificación.
Según el director de IntelLat, Rizardo Zisis, los costos en salud aumentan globalmente debido a desarrollos tecnológicos que elevan el precio de servicios. En ese contexto, afirmó que un modelo de pago por consulta, examen o intervención «puede crear un incentivo perverso, en especial en el sector privado, que promueve la demanda de servicios».
El directivo señaló que en varios países se observa una tendencia hacia modelos de medicina basada en resultados, no en volumen de procedimientos. No obstante, advirtió que en el ámbito público, aunque el presupuesto asignado por población incentiva la prevención, los recursos limitados generan un enfoque en emergencias y listas de espera quirúrgicas.
Finalmente, en ese panorama, la ausencia de sistemas de evaluación activos en el sector estatal limita su capacidad de mejora continua, de comparación con estándares regionales y de articulación con modelos mixtos de atención que avanzan en otras naciones.